miércoles, 16 de noviembre de 2011

Bellagio


El guitarrista Russ Freeman debutó en el mundo de la música en 1985, con Nocturnal Playground, acompañado por su grupo The Rippingtons, con idea de experimentar nuevos sonidos dentro del smooth-jazz. Freeman no espera tanto éxito, ya que su idea original era lanzarse a una carrera en solitario, así que no le quedó más alternativa que continuar grabando álbumes y haciendo conciertos con su grupo.

A pesar de que miles de seguidores disfrutaban con su música, según el propio Freeman, recibió numerosas peticiones de que grabase un nuevo disco con sonido Rippington, pero donde tuviese mayor protagonismo el sonido de su guitarra, frente a los otros instrumentos. "Aquí está." escribió Freeman en las líneas interiores. Este trabajo se llamó Drive.

Drive es una delicia de principio a fin. Son diez temas, entre los cuales hay una versión de Grover Washington Jr, de su East River Drive, o una colaboración con el trompetista de Sting, Chris Botti, que le acompaña en el melancólico Soul Dance. Pero de todo el disco, quiero entresacar Bellagio, que es el que cierra como colofón, una obra redonda.
Bellagio hace referencia a un encantador pueblecito a las orillas del lago di Como, y su música encaja perfectamente con el recuerdo que me queda de la visita que hicimos a aquel lugar. Ese conjunto de casas preciosas, asomadas al borde de un no menos bellísimo lago, fue testigo de un viaje inolvidable que hicimos Lou y yo por todo el norte de Italia, en una época en la que todavía no había ni pañales, ni chupetes, ni guarderías, ni colegios.

Siempre que acabo de oir Bellagio, estoy hipnotizado, deseando volver a escucharlo desde el principio. Como con la música, fundida con el recuerdo, me pasa igual con aquel maravilloso viaje a Bellagio, el de verdad, al que añoro poder volver a ver algún día.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya relajada después de terminadas las tareas y fiel a mi cita con la música de Melkarr, me encuentro con esta maravilla instrumental y estos bellos paisajes. Una delicia para los sentidos. Gracias una vez más. Un beso

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